Las polémicas medidas de Javier Milei, presidente de Argentina, siguen reforzando su talante negacionista de lo acontecido durante la dictadura.
Las polémicas medidas de Javier Milei
Ninguna novedad hay detrás de las medidas polémicas que pueda tomar Javier Milei al frente del ejecutivo argentino. Desde la llegada del economista a la presidencia, e incluso antes de ello, varios han sido los eventos que lo han visto como protagonista de controversiales situaciones:
– El cambio de opinión repentino sobre sus rivales, que luego fueron aliados
– Su ataque a figuras políticas de otras latitudes
– Los dichos sobre Petro y López Obrador
A lo anterior, claro, se han sumado sus constantes desencuentros con integrantes de La Libertad Avanza, así como su radicalismo en contra de reconocer a las víctimas de la dictadura argentina.
El talante negacionista de Milei
La campaña de Javier Milei para la presidencia en Argentina se cimentó en varios pilares, siendo el apoyo irrestricto a la fuerza pública uno de ellos. Justamente, la fórmula vicepresidencial de Milei y actual vicepresidenta de Argentina es Victoria Villarruel, una mujer que es heredera de familia militar y que ha encabezado en este país una cruzada en favor de los militares, en defensa de ellos y, más específicamente, en contra de las cifras presentadas por las entidades sobre lo acontecido durante la dictadura.
El último invento de Milei, cerrar un área clave de archivo de memoria
Sin importar las quejas de organizaciones o lo que puedan ser movilizaciones en favor de las víctimas de la dictadura, a Javier Milei no le interesa ocultar su posición negacionista. Hace algunos días, durante las marchas del 24 marzo, la presidencia argentina publicó un video cargado de polémica en el que se hace apología de la dictadura y se pone en tela de juicio el número de víctimas que dejó el terror de aquella época.
Justamente, respecto al tema de víctimas, se ha tomado la última medida negacionista de Milei: desmantelar un área clave del Ministerio de Defensa que se encargaba de trabajar en favor de pruebas para los juicios por crímenes durante la dictadura. ¿El mensaje? Una clara bofetada a las víctimas y el refuerzo al pilar negacionista de su gobierno.
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