Hace dos años, en septiembre de 2021, la Corte Suprema de Justicia, dio luz verde a la reelección presidencial inmediata, una resolución que algunos críticos consideran inconstitucional.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha anunciado su decisión de apartarse de la presidencia durante 6 meses en una estrategia que, según el gobierno y analistas afines, supera el último obstáculo legal para su posible reelección en las elecciones de febrero de 2024.
La Sala de lo Constitucional, conformada por magistrados “leales a Bukele”, argumentó que la Carta Magna actual representaba una “excesiva restricción” y por lo tanto, por medio de una orden al Tribunal Supremo Electoral (TSE), iban a permitir al presidente participar en la contienda electoral por segunda vez.
Proceso para la reelección
Para materializar su deseo de reelección, Bukele debía seguir un proceso específico, incluyendo:
- Inscribirse en un nuevo partido político,
- Ganar las elecciones internas y
- Presentar su candidatura ante el TSE .
Según el vicepresidente Félix Ulloa, debía separarse del cargo al menos 6 meses antes del nuevo mandato, lo que implicaba hacerlo antes del 1 de diciembre.
Anuncio y aprobación de la licencia
Bukele anunció públicamente su intención de buscar la presidencia nuevamente en septiembre de 2022. Tras inscribir su candidatura en octubre de 2023, solicitó una licencia de 6 meses.
El vicepresidente, Félix Ulloa, también solicitó y obtuvo una licencia de 6 meses, consolidando así el periodo de transición planificado.
Además, Bukele designó a Claudia Juana Rodríguez de Guevara como su sustituta, un nombramiento que recibió la aprobación unánime de los diputados. Este paso estratégico asegura una transición suave durante el periodo de licencia.
Panorama político
La decisión de Bukele de apartarse temporalmente de la presidencia se inscribe en un contexto legal y político complejo.
A medida que El Salvador se prepara para las elecciones de 2024, la estrategia del presidente sigue generando debates sobre la interpretación constitucional, la voluntad del pueblo y las implicaciones para la democracia en la región.
La estrategia de Bukele ha generado críticas, principalmente de quienes consideran la reelección continua como inconstitucional.
Además, se le ha señalado por maniobrar para controlar los poderes del Estado. La polémica en torno a su gobierno ha llevado a cuestionamientos sobre la deriva autoritaria.
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