Un reciente informe de la ONU reveló información muy poco alentadora: 9 de cada 10 personas siguen teniendo prejuicios contra las mujeres.
A pesar de que la sociedad ha ido avanzando en temas como la igualdad de género, el cambio no ha erradicado ni de cerca todo el sesgo que tienen las personas (no sólo los hombres) sobre los roles que puede cumplir un género en la sociedad.
El estudio presenta datos confirmados en los que se afirman diferentes puntos.
- Aproximadamente la mitad de las personas del mundo, consideran que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres.
- El 40% opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales y que merecen ocupar los cargos cuando el trabajo es escaso.
- Un 28% de la humanidad cree que es justificado que un esposo le pegue a su esposa.
Los datos no son solo supremamente retrógrados sino también extremadamente preocupantes, pues una sociedad que se siga movilizando de acuerdo a los patrones que han generado tantas injusticias para las mujeres, no muestra un panorama reconfortante para quienes afrontan situaciones similares en la actualidad, y tampoco aparenta un cambio para las futuras generaciones.
El techo de cristal
El término ‘techo de cristal’, es una metáfora que demuestra que las mujeres tienen obstáculos invisibles formados principalmente por estereotipos y prejuicios culturales, los cuales le dificultan el crecimiento dentro de las organizaciones.
Obstáculos que atraviesan
El funcionamiento del mundo se pensó para los hombres, y las mujeres siempre han debido adaptarse a ese modo de ser.
- Las estructuras jerárquicas están formadas para que el “empleado ideal” pueda subir de puesto, y normalmente ese empleado ideal tiene características masculinas.
- Los puestos directivos tienden a elegirse, y las mujeres que llegan a ser suficientemente relevantes para ser siquiera tenidas en cuenta, son muy pocas.
- Se la considera a la mujer “frágil y falta de autoridad”, por lo que supuestamente no está hecha para asumir un puesto directivo.
- Las mujeres a enfrentan a un mundo laboral que no está construido para su comodidad, y más bien, resulta en humillaciones o inseguridades para ella.
Twitter cambió recientemente de CEO
Para lograr entender mejor el concepto del ‘techo de cristal’, la nueva CEO de Twitter es el ejemplo perfecto.
Twitter se encontraba en un momento de crisis por lo que el puesto que ocupaba Elon Musk no sería muy deseable para las personas con la capacidad de asumirlo.
Sin embargo, Linda Yaccarino llega como CEO de la red social, para ocupar el puesto más importante de la compañía y así, de alguna manera, salvarla de la decadencia que había estado teniendo en los últimos años.
A pesar de que Linda está perfectamente capacitada para el puesto, se presume que ella no habría sido la primera opción y que, más bien, está ahí por descarte para arreglar la situación por la que atraviesa la empresa.
Es decir, una mujer no sería tenida en cuenta si Twitter tuviera otras opciones, pero además, la idea de que las mujeres siempre pueden arreglar lo que está roto también aplica para está ocasión. Encima, si ella no logra arreglar la situación, será la responsable del daño, lo que ‘demostraría’ que las mujeres no están hechas para ese tipo de papeles.
El techo de cristal existe incluso cuando algunas personas no lo ven, pero es impactante entender que muchas de las personas que no lo ven, son las mismas afectadas por este fenómeno, las mujeres.
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