Recientemente, Nicaragua expulsó a siete sacerdotes que habían sido detenidos en las últimas semanas. Las alarmas internacionales se encienden ante posibles actos de represión contra la iglesia en este país.
Expulsión de sacerdotes en Nicaragua
En cabeza de Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, y a su vez esposa de Daniel Ortega, presidente de este país, el gobierno confirmó la expulsión de siete sacerdotes católicos. En el anuncio hecho por Murillo, se agregó que los religiosos ya habían arribado a Roma y fueron satisfactoriamente por la Santa Sede. Las declaraciones de la vicepresidenta, recogidas por los medios oficialistas, fueron tan breves que ni siquiera se abordó alguna de las razones que dio lugar a esta determinación que es vista de forma alarmante por la comunidad internacional y la iglesia católica.
La difícil relación entre el gobierno de Ortega y la iglesia en Nicaragua
La relación entre el actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la iglesia, se empezó a deteriorar de forma definitiva a partir del 2018. Durante ese año, en el marco de unas protestas contra el régimen de Ortega, el gobierno pensó que la iglesia podría mediar para llegar a un acuerdo, pero, según el oficialismo, la iglesia se ubicó del lado de los manifestantes. Desde entonces en el país se vive un ambiente de represión en el que
- Se persigue a representantes de la iglesia
- Se captura sacerdotes sin cargos formales
- Y hasta se cierran emisoras religiosas
El más reciente episodio de expulsión de Nicaragua de siete sacerdotes, sigue engrosando una cifra alarmante que se estima ya alcanza los 46 sacerdotes exiliados durante el régimen de Daniel Ortega.
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