Tanto Honduras como toda Centroamérica, es denominada una zona de alta vulnerabilidad ante este tipo de amenazas, por lo que el territorio nacional se declaró en alerta amarilla y 10 departamentos de este, fueron proclamados en alerta roja.
Aunque el huracán no tocó tierra en la región, las fuertes lluvias de su paso desbordaron el Río Ulúa, uno de los más grandes afluentes del país, lo que provocó grandes inundaciones y fuertes mareas alrededor.
La tormenta dejó dos personas muertas y una desaparecida por la corriente del río, además de una comunidad entera sin agua y obligada a moverse a las orillas del río por supervivencia.
Las autoridades también presentan dificultad para llegar a las áreas afectadas.
El huracán y su magnitud
El Centro Nacional de Huracanes (NHC), por sus siglas en inglés; detectó una onda tropical con posible gradualidad en el atlántico, en la mañana del 2 de octubre.
Como había sido anunciado, la onda comenzó a crecer y a hacerse más fuerte al aproximarse a las costas del mar Caribe, hasta convertirse en huracán y tocar tierra en Nicaragua, cerca a Laguna de Perlas.
El huracán Julia llegó a su máxima intensidad con vientos de 140 km/h como categoría 1, es decir, la más baja de todas, para el 9 de octubre. De allí su intensidad disminuyó considerablemente para pasar por Guatemala y llegar incluso hasta México.
Países afectados
Desde su crecimiento hasta su decrecimiento, el huracán cruzó diferentes países de Centroamérica, incluso llegando a algunos Sudamericanos.
- Trinidad y Tobago.
- Nicaragua.
- Honduras.
- El Salvador,
- Guatemala.
- Panamá.
- Venezuela.
- Colombia.
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