Donald Trump, presidente electo de EEUU, ha vuelto a sugerir que su país debería ejercer control sobre Groenlandia. Lo dicho por Trump ha desatado múltiples reacciones.
El deseo expansionista de Donald Trump
Las últimas han sido semanas en las que Donald Trump ha desnudado sus deseos expansionistas y, si se quiere, coloniales. El electo presidente de los norteamericanos se ha mantenido muy activo apuntando a todos lados con sus intenciones de fortalecer los territorios y extender las fronteras estadounidenses. Trump, por ejemplo, se encuentra inmerso en una polémica con Panamá, país con el que atraviesa un tenso momento después de sugerir que Estados Unidos debería recuperar el control del canal. Pues bueno, a este hecho, también se suma lo dicho sobre Canadá y el eventual estado 51, además de la casi amenaza de apropiarse de Groenlandia.
El freno en seco del gobierno danés a Donald Trump
Groenlandia es un enorme territorio, muy famoso, entre otras cosas, por las maravillas naturales que desde estas tierras se puede ver. Claro, eso, si lo vemos desde el punto de vista soñador y desprendido que, claramente, difiere de la forma en la que lo ve Trump. Para el líder republicano este lugar representa
- Un espacio estratégico y una necesidad
- Vital para garantizar la seguridad norteamericana
- Definitivo para defender la libertad en el mundo
Argumentos que, por su debilidad, generan mucha incertidumbre en la comunidad internacional que ha empezado a ver con ojo de preocupación la posesión de Trump. No obstante, frente a lo dicho por el polémico magnate republicano, el gobierno de Dinamarca salió al paso y aseguró que ellos están abiertos al diálogo y la cooperación pero que de ninguna manera Groenlandia está a la venta.
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