En un país en el que la protección a los derechos de las mujeres no es justamente la bandera, se suman las complicaciones propias del racismo que se vive en República Dominicana en contra de los haitianos.
Dominicanos sin derechos en República Dominicana
Aunque suene como una contradicción, es una realidad. En República Dominicana hay un gran porcentaje de dominicanos que no gozan de derechos en el país por una razón: ser haitianos. Vecinos de la misma isla, dominicanos y haitianos han generado por décadas una barrera entre ellos que ha escalado hasta niveles sociopolíticos que afectaron directamente la vida de quienes migraron de Haití e incluso quienes, de ascendencia haitiana, nacieron en República Dominicana, pero desde 2013 perdieron sus derechos civiles. ¿La razón? Racismo en su máxima expresión.
Las mujeres: las más afectadas por la situación
El escenario de racismo existente en República Dominicana no distingue entre mujeres y hombres haitianos, pero producto de las circunstancias particulares que se viven este país en cuanto a la salud reproductiva, la afectación sobre las mujeres es mayor. Y es que hablamos de una zona en la que
- Los índices de matrimonios de niñas y jóvenes son muy altos
- El acceso a métodos anticonceptivos escaso
- Educación sexual es casi nula
- El aborto está prohibido sin excepciones
Sumándose además a todo lo anterior, que es un lugar que tiene elevadísimos porcentajes de mortalidad por causas relacionadas con el embarazo: de cada 100.000 nacimientos, 107 personas mueren. Ahora, la situación se agrava significativamente para las mujeres haitianas en el momento de ver que estas cifras son tres veces más altas en Haití. Un callejón sin salida.
Situaciones que conllevan a la muerte
Las restricciones y pocas oportunidades que experimentan en el día a día las mujeres haitianas o con raíces haitianas, supera los límites de la imaginación. El hecho de no ser un sujeto de derechos en República Dominicana les cohíbe de acceder a servicios básicos dentro de los que se encuentra la salud. En este punto hay aspectos que realmente rozan con la infamia, ya que muchas mujeres, por ejemplo, en estado de embarazo, prefieren evitar acercase a centros médicos pese a requerir atención ya que corren el riesgo de ser deportadas, sin importar su condición física, o así mismo, se exponen a ser ignoradas y maltratadas, siendo víctimas de racismo, por el personal médico.
En consecuencia, la falta de atención o las fuertes y desproporcionadas medidas migratorias tomadas por las autoridades dominicanas, muchas veces tienen como resultado la muerte de mujeres haitianas.
Luis Abinader, un presidente que fortaleció el racismo
Desde su llegada en 2020, la postura del gobierno en cabeza de Abinader se ha distinguido por su radicalismo en contra de los haitianos. Como prueba de ello, el propio Abinader señaló en 2022, casi como si fuera un triunfo, que ese año se deportaron cerca de 108.000 descendientes de haitianos, la gran mayoría de ellos, hombres y mujeres que nacieron en República Dominicana y que, ni siquiera, conocían Haití. Una locura.
Al respecto, activistas como Cristina Luis Francisca, del Movimiento de Mujeres Dominico Haitianas, han insistido en que el racismo sobre los haitianos se convirtió en una excusa para justificar las carencias en República Dominicana, toda vez que cuando se plantea la conversación sobre uno de los tantos problemas en este país, la respuesta para todo es que la culpa y la razón de los inconvenientes son los haitianos.
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